Hace unos días me compré un aparato nuevo para cocinar, una olla lenta de la marca Crock-Pot. Estoy encantado. Detras de ella hay una sencillez a la hora de guisar ciertos platos, que resulta aún mas fácil que programar un VHS, ya que lo único que hay que hacer es poner los ingredientes dentro, y poner un reloj para que se encienda en el momento adecuado.
Así que decidimos que, una vez introducida en nuestra humilde familia, que mejor forma de ponerla a prueba que con unas costillas barbacoa caseras 🙂